¿Qué es una cuenta de gastos flexibles (FSA)?
Si tienes un plan de salud a través de un empleador, una cuenta de gastos flexible (FSA, por sus siglas en inglés) es una herramienta que ofrecen muchos empleadores como parte de su paquete general de beneficios. Existen dos tipos diferentes de FSA: una para gastos médicos y de salud, y otra para gastos de atención de dependientes o de cuidado infantil. Ambas FSA fueron pensadas para ayudar a los empleados a ahorrar dinero durante el año del plan con el fin de pagar los costos de bolsillo y obtener una exención tributaria en el proceso. Repasemos los aspectos básicos de las FSA de atención médica.
¿Cómo funcionan las FSA?
Una FSA es una herramienta que puede ayudar a los empleados a administrar su presupuesto de atención médica. Una FSA para gastos médicos y de salud funciona de la siguiente manera:
- Los empleadores establecen el importe máximo que puedes aportar; sin embargo, no puedes superar el límite del IRS ($3,200 en 2024).1
- Una FSA no es una cuenta de ahorros. Si dejas tu trabajo, no puedes seguir usando tu FSA.
- Si no utilizas el importe total que elegiste contribuir antes del final del año calendario, podrías perder el dinero de tu FSA.
- Como forma de proteger a los empleados contra la pérdida del dinero que han ahorrado, muchas empresas aplican una política que permite la transferencia de hasta $500 del dinero no gastado de la FSA o una disposición sobre un período de gracia para seguir usando fondos del año anterior para nuevas reclamaciones, hasta 2 ½ meses en un nuevo año del plan. Por lo general, no podrás usar ninguna cantidad que quede en la cuenta después de ese tiempo.
¿Cómo puedo utilizar el dinero de mi FSA de atención médica? ¿Qué puedo comprar?
Puedes utilizar tu FSA para atención médica para gastos y servicios médicos que califiquen, según lo define el Servicio de Impuestos Internos. ¿Cuáles son los gastos médicos que califican? La lista es extensa, pero algunos de los gastos y servicios más frecuentes incluyen los siguientes:
- Deducibles
- Copagos
- Medicamentos recetados
- Atención de la vista, incluidos anteojos recetados
- Termómetros
- Kits de primeros auxilios
- Sacaleches y suministros
- Audífonos
- Muletas
- Asesoramiento sobre salud mental
- Tratamiento contra adicciones
- Medicamentos de venta libre (aunque no se incluyen artículos de tocador, ya que se consideran cosméticos)
- Atención quiropráctica
- Suministros para personas diabéticas (monitores de azúcar en la sangre, tiras reactivas, suministros para pruebas de diagnóstico)
- Métodos anticonceptivos
- Lentes de contacto
- Otros artículos o servicios relacionados con la atención médica
Utiliza los fondos de tu HSA o FSA para adquirir productos elegibles.
Tipos de FSA
Hay 3 tipos de FSA. Cada uno satisface una necesidad diferente, y tiene sus propias cualidades y beneficios únicos. Los tipos incluyen FSA para atención médica, FSA con fines limitado y FSA para el cuidado de dependientes. Anteriormente, se brindaron algunos detalles sobre las FSA para atención médica. Continúa leyendo para obtener más información sobre las diferencias entre cada tipo de FSA.
Con una FSA para atención médica, puedes usar dólares antes de impuestos para pagar gastos elegibles de atención médica, dental y de la vista que no estén cubiertos por tu plan de atención médica. Obtendrás acceso al importe total de tu cuenta el primer día del plan. El importe que puedes reservar está limitado por el Sistema de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés): $3,200 para una FSA para atención médica en 2024.2
Los gastos elegibles para una FSA para atención médica incluyen los siguientes2:
- Gastos médicos, como copagos, coseguro y deducibles
- Gastos dentales, como exámenes, limpiezas, radiografías y aparatos ortodóncicos
- Gastos de la vista, como exámenes, lentes de contacto y suministros, anteojos y cirugía ocular con láser
- Servicios profesionales, como fisioterapia, quiropráctica y acupuntura
- Medicamentos con receta
- Insulina
- Medicamentos de venta libre que hayan sido recetados
- Artículos de atención médica de venta libre, como vendajes, pruebas de embarazo, tensiómetros y más
Una FSA con fines limitados te permite reservar ganancias antes de impuestos al comienzo del año del plan que te ayudará a pagar únicamente los gastos elegibles de atención dental y de la vista. El límite que puedes reservar para 2024 es de $3,200.2
Como los fondos solo se utilizan para gastos de bolsillo dentales y de la vista, puedes aportar a una FSA con fines limitados y también a una cuenta de ahorros para la salud (HSA, por sus siglas en inglés). Al destinar ahorros específicos para gastos dentales y de la vista, puedes reservar más dinero en tu HSA para la jubilación.
Los gastos elegibles frecuentes incluyen los siguientes2:
Servicios dentales:
- Dentadura postiza
- Aparatos ortodóncicos
- Deducibles, coseguros y copagos del plan dental
- Servicios dentales, como exámenes, limpiezas, empastes y radiografías
- Protectores bucales
- Servicios de ortodoncia
- Extracciones dentales
Servicios de la vista:
- Lentes de contacto y soluciones
- Anteojos y monturas
- Cirugía de los ojos LASIK
- Exámenes de la vista
- Deducibles, coseguros y copagos del plan de la vista
Una FSA para el cuidado de dependientes (DCFSA, por sus siglas en inglés) es una cuenta compuesta por dólares antes de impuestos y se puede usar para pagar servicios elegibles para el cuidado de dependientes, como la educación preescolar, los campamentos de verano, los programas antes o después de la escuela y el cuidado de niños o adultos cuando tú o tu cónyuge están trabajando o buscando trabajo.
A efectos impositivos, el límite que puedes reservar para el cuidado de dependientes varía según tu estado civil.2
- Si estás casado, y tú y tu cónyuge presentan la declaración de impuestos por separado, puedes aportar $2,500.
- Si estás casado, y tú y tu cónyuge presentan una declaración conjunta o si eres jefe de familia y estás soltero, la contribución máxima para 2024 es de $5,000.
Los gastos elegibles para una DCFSA incluyen los siguientes2:
- Cuidado de dependientes menores de 13 años
- Cuidado antes de la escuela
- Cuidado después de la escuela
- Servicio de cuidado de niños
- Guardería
- Educación preescolar
- Campamentos de verano
- Cuidado a domicilio para el cónyuge o el familiar que no pueda cuidarse por sí mismo física o mentalmente2
¿Cuáles son los beneficios de una FSA para atención médica?
Además de tener una cuenta solo para gastos médicos y de atención médica, depositar dinero en una FSA puede ofrecer ventajas fiscales. Aportas dinero a tu FSA antes de aplicar los impuestos, es decir, ahorras cualquier porcentaje que habrías pagado en impuestos federales si el dinero no se hubiera deducido de tu paga. Tu empleador también tiene ahorros fiscales al evitar el impuesto sobre la nómina.
Compara las FSA con otras cuentas de salud
Las FSA son diferentes de las cuentas de ahorros para la salud (HSA, por sus siglas en inglés) y las cuentas de reembolso de gastos médicos (HRA, por sus siglas en inglés). Comparar los diferentes tipos de cuentas puede ayudarte a comprender mejor cómo utilizar estas cuentas para tu beneficio.
¿Cómo me inscribo en una FSA para atención médica?
Si tu empleador ofrece una FSA, al comienzo de un año del plan, tú decides cuánto dinero deseas asignar a tu FSA. Piensa, con cuidado, en esta estimación: no puedes cambiar la cantidad a menos que cambies tu empleo. Una vez que decides un importe y configuras tu FSA, el importe se deduce automáticamente de tu paga y, luego, se deposita en la FSA. Recibirás una tarjeta de débito vinculada a la cuenta o deberás enviar recibos al administrador de la FSA para recibir el reembolso.
Vale la pena leer el plan de tu empleador si ofrece una FSA (no todos los empleadores lo hacen), en especial si, de todos modos, destinarías el dinero para gastos médicos de bolsillo.